Empieza la primavera y el pasto de calidad desborda. La tranquilidad de haber salido del invierno nos traiciona y nos olvidamos que la falta de pasto no es el único factor a tener en cuenta.
Se aumenta la carga por hectárea y las ganancias de peso diarias se ven a simple vista.
Los novillos cambian el pelo y ganan brillo, los músculos se desarrollan y el cuarto trasero comienza a destacarse. Como resultado de estos cambios: la presencia de costillas, caderas y huesos en general, dejan de estar visibles.
No todo lo que brilla es músculo
Con ganancias de peso que mejoran cada día, no es raro que el productor se confíe y haga un uso desmedido de la alfalfa, momento donde la forrajera aprovecha para cometer estragos. Aunque suene feo el empaste es más culpa del manejo que de la alfalfa.
A la alfalfa no se la puede apurar y si descuidamos el manejo, el empaste aparece. Este miedo hace que muchos productores no elijan a esta forrajera.
Aunque no deja de ser verdad que el empaste es uno no de los problemas más comunes que tiene la alfalfa, siendo estas complicaciones consecuencia de las fallas o dificultades de manejo.
Algunas estrategias que funcionan para prevenir el empaste pueden ser:
- Evitar el acceso directo en alfalfas muy tiernas: el acceso a pasturas que se encuentren en crecimiento vegetativo temprano o el pastoreo en horas de rocío aumenta el riesgo de empaste.
- Adaptar gradualmente el pastoreo: se introducen los animales en forma progresiva, aumentando las horas de consumo cada día.
- Proveer fuente de fibra: la presencia de un rollo cerca de los bebederos disminuye el riesgo de empaste, esto ocurre porque a los animales que les falte masticación o salivación puedan elegir el heno para balancear la dieta.
- Ingresar al lote con vacas a “medio comer”: evitar el ingreso al lote con vacas hambreadas. La ingesta voraz junto con el alto contenido de proteína de la alfalfa favorece la formación de espuma y burbujas.
- Controlar: se debe saber y controlar, tanto el tiempo de permanencia como la oferta de alfalfa que las vacas van a pastorear.
- Cambiar de parcela: prestar atención a la oferta forrajera para no demorar los cambios y evitar los ingresos a la nueva parcela con el animal hambreado o en horas de rocío.
- Evitar ingresos en días no laborables o con menos personal, ya que el pastoreo no entiende de feriados y la alfalfa tampoco.
Chusmerios de la Alfalfa: lo que se dice por los rincones
Además del empaste, otro motivo por el cual muchos no la eligen es que: se dice que es cara, delicada y “dura poco”.
Lo barato sale caro o ¿lo caro barato?
Lo caro o barato de una pradera va de la mano del costo de implantación, los kg de materia seca que produce y de cuánto tiempo dure la pastura.
El costo de la semilla, dependiendo de la variedad que se utilice, varia aproximadamente de 5 a 16 U$S y su elección, debe estar discutida con el asesor del establecimiento. Discusión que se debería producir, ya que la vida útil varía de 3 a 6 años, dependiendo el uso que se le pueda dar.
Maquinita de producir
En cuanto a la eficiencia de ganancias de peso de esta forrajera, pueden variar según la época del año y del estado en que se encuentre. Pudiendo generar de entre 0,8 y 1,3 kg/día en pastoreo directo e incluso hasta 1.6kg/día si se lo complementa con grano. La cantidad de reingresos que permite el cultivo, depende mucho del tipo de pastoreo y del pisoteo que este reciba, permitiendo el reingreso cada 30 o 50 días, según la época del año en que se encuentre.
Pero cuidado, la maquinita puede romperse si se la exige de más. Por eso, el manejo es el principal lubricante para diferenciar una alfalfa rendidora de un potrero pelado.
La Alfalfa y su delicadeza
La delicadeza de la alfalfa depende del ambiente, su corona, el desarrollo radicular y de la intensidad de los pastoreos.
Corona y raíces
Cuanto más protegida esta la corona más resiste al daño por pisoteo o a las condiciones climáticas adversas. Sin embargo esto repercute negativamente en la velocidad de rebrote.
Si se daña la corona, la planta tarda más en rebrotar o directamente muere.
Las raíces poseen un desarrollo profundo, aunque no soporta bien el anegamiento ni los lotes muy compactados.
Factores ambientales: No tolera bien el exceso de agua y le afecta el frio, sobre todo las primeras heladas. En épocas de calores o sequia se puede ver afectado el rebrote.
Sobre pastoreo: el exceso de pastoreo determina que los animales coman más abajo, lo que puede afectar la corona y en consecuencia los tiempos de descanso de esa parcela.
Durabilidad o vejez del lote
El ciclo de una pastura de alfalfa cumpliria su objetivo si se mantiene productiva hasta el cuarto año; aunque no es raro ver lotes que llegan a tener seis.
La longevidad de un lote, depende mucho de los conceptos antes mencionados. Lograr un buen stand de plantas en la siembra, no significa que esa pradera va a lograr su objetivo de producir el tiempo planificado.
Las condiciones ambientales y sobre todo el tipo del pastoreo que reciba esa parcela, serán determinantes para su vida útil.
En compensación, el manejo adecuado permite diluir la vida de la alfalfa. Pudiendo variar su longevidad de 3 a 6 años dependiendo exclusivamente de su uso.
Pequeños tips para prolongar la vida de la alfalfa
- Primer pastoreo: realizarlo con carga liviana e incluso con categorías chicas, para evitar la pérdida temprana de plantas. Esto puede favorecer el rebrote y mantiene el Stand de plantas
- Sobre pastoreo: se debe mantener la altura de rebrote para proteger las yemas de la corona. Es común escuchar que la corona está protegida abajo, y esto parece motivo suficiente para pastorear de más.
- Altura de corte: se debe tratar de dejar de 7 a 10 cm del cultivo para cuidar de la corona, más allá de su ubicación, favorecer el rebrote y prolongar la vida útil del mismo.
Conclusión
En definitiva, la alfalfa es una gran aliada para producir en forma eficiente. Pero exige manejo, observación y decisiones a tiempo. Cuando se la entiende, es un cultivo que devuelve más de lo que se le pide.